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1. Obesidad y sobrepeso: Al estar en un constante estrés, la persona no limita la ingesta de alimentos altos en calorías, ya que busca satisfacer sus necesidades emocionales. 2. Pérdida del cabello: Esta es una de las frecuentes consecuencias del estrés, ya que se presenta por el debilitamiento de los folículos pilosos o la ansiedad de jalar el cabello para lidiar con los sentimientos negativos. 3. Depresión: Las situaciones estresantes aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad. Los problemas para afrontar la tensión generan desgaste físico, mal humor y sentimientos de tristeza. 4. Reducción del deseo sexual: La producción elevada de cortisol reduce la generación de las hormonas que alimentan la libido. 5. Menstruación irregular: El estrés crónico daña el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que induce a retrasos o ausencias del flujo menstrual. Incluso algunos estudios aseguran que las mujeres con empleos estresantes tienen riesgo 50% mayor a tener periodos cortos. 6. Acné: Los altos niveles de cortisol que se generan por el estrés aumentan la producción de aceites o grasas corporales, lo que contribuye a la aparición de granos. 7. Úlceras: El estrés altera el sistema digestivo en las personas e incrementa la producción de ácidos estomacales, lo cual favorece el desarrollo de úlceras, indigestión y malestares. 8. Insomnio: Este es una frecuente consecuencia del estrés y se genera por la alteración del sistema nervioso, lo que dificulta la concentración, genera irritabilidad y falta de motivación. 9. Disminución de fertilidad: Estudios recientes revelan que las mujeres con altos niveles de la enzima llamada alfa-amilasa tienen más dificultades para quedar embarazadas. 10. Enfermedades cardiacas: De acuerdo con el Centro Médico de la Columbia University, el aumento del riesgo cardiaco por el estrés equivale a fumar cinco cigarrillos por día, ya que la tensión aumenta el nivel de hormonas en la sangre y acelera la presión arterial. Consecuencias patológicas del estrés a nivel físico: 1. Acné. 2. Alergias. 3. Úlceras. 4. Artritis. 5. Asma. 6. Caída del cabello. 7. Cambios de humor. 8. Cambios en el estilo de vida, sin razón aparente. 9. Cáncer. 10. Cansancio, agotamiento o pérdida de energía. 11. Colitis. 12. Contracturas musculares 13. Diabetes Mellitus. 14. Diarrea o estreñimiento. 15. Dificultad para tomar decisiones. 16. Dificultad para tragar o para respirar. 17. Disminución de la autoestima. 18. Disminución de la fertilidad. 19. Dolor en la espalda. 20. Dolores de cabeza. 21. Enfermedades cardiacas. 22. Estreñimiento o diarrea. 23. Falta o aumento de apetito, 24. Fatiga. 25. Fumar más. 26. Gastritis. 27. Gripe. 28. Hormigueo o mariposas en el estómago. 29. Infartos. 30. Insomnio. 31. Malestar estomacal. 32. Manos y pies fríos. 33. Menstruación irregular. 34. Migraña. 35. Obesidad y sobrepeso. 36. Opresión en el pecho. 37. Palpitaciones. 38. Pérdida del cabello. 39. Presión de dientes o mandíbula. 40. Presión sanguínea alta. 41. Problemas en diferentes áreas de la vida. 42. Problemas en sus relaciones con los demás o en el trabajo. 43. Propensión a tener accidentes. 44. Reducción del deseo sexual. 45. Sensación de «falta de aire». 46. Sequedad en la boca. 47. Sudor en las palmas de las manos. 48. Subir o bajar de peso. 49. Temblor corporal. 50. Tensión en el cuello. 51. Tensión muscular. 52. Tomar más alcohol, tranquilizantes o otras drogas. 53. Úlceras.

Consecuencias patológicas del estrés a nivel psicológico: 1. Inquietud, nerviosismo, ansiedad, temor o angustia. 2. Deseos de llorar y/o un nudo en la garganta. 3. Irritabilidad, enojo o furia constante o descontrolada. 4. Deseos de gritar, golpear o insultar. 5. Miedo o pánico, que si llega a ser muy intenso puede llevar a sentirnos «paralizados». 6. Preocupación excesiva, que se puede incluso manifestar como la sensación de no poder controlar nuestro pensamiento. 7. Pensamiento catastrófico. 8. La necesidad de que «algo» suceda, para que se acabe la «espera». 9. La sensación de que la situación nos supera. 10. Dificultad para tomar decisiones. 11. Dificultad para concentrarse. 12. Disminución de la memoria. 13. Lentitud de pensamiento. 14. Cambios de humor constantes. 15. Depresión. Consecuencias a nivel de conducta: 1. Moverse constantemente. 2. Risa nerviosa. 3. Rechinar los dientes. 4. Tics nerviosos. 5. Problemas sexuales. 6. Comer en exceso o dejar de hacerlo. 7. Beber o fumar con mayor frecuencia. 8. Dormir en exceso o sufrir de insomnio. 9. Cuando nos damos cuenta de nuestro nivel de estrés, éste se incrementa. 10. Nos sentimos mal. 11. Tendemos a negarlo o a pensar que cualquiera estaría igual y es cierto. Moraleja: Si el uso de la Acupirámide elimina el estrés como se demuestra con la investigación de coherencia cardiaca realizada en la clínica BIOENERGÉTICA ASPE (ver vídeo). Mejora todas estas patologías.  
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