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Todo es vibración

La luz, los colores, la materia.

Las células del cuerpo humano (según la ciencia) vibran entre las frecuencias de 50 y los 15.000 Hz.
Las ondas electromagnéticas que nos vienen desde los cuerpos celestes, lo hacen en distintas longitudes de ondas y frecuencias. Asimismo, lo hace el espectro de la luz visible al ojo humano. Cuando un cuerpo detiene una determinada longitud de ondas, produce un color determinado.

Esas longitudes de ondas pueden alterar o mantener en óptimas condiciones nuestros órganos y por añadidura, nuestro cuerpo físico. Hay elementos en la Naturaleza que son condensadores o almacenadores de esas longitudes de ondas (forma de energía).

En los minerales y cristales existen al menos, dos tipos de longitudes de ondas, la propia del color que tiene a simple vista y otra en el espectro de la luz que no capta el ser humano, pero puede estar emitiendo por almacenamiento o por canalización.

Si la ciencia ha conseguido medir la longitud de onda de la célula, por añadidura, el órgano que se compone de células, también posee una longitud de onda propia como órgano.

Al cuerpo humano (por traslación) le debe ocurrir lo mismo. Tiene que dar una resultante determinada dependiendo de las vibraciones celulares.

Nuestra Tierra se halla sometida a radiaciones cósmicas y extra galácticas.
No absorbe solamente los rayos luminosos e infrarrojos, sino que sufre también una especie de bombardeo de microondas, cuyo origen se sitúa hasta más allá de la Vía Láctea.

Según esta nueva disciplina científica, todo cuerpo en el planeta emite vibraciones (frecuencias y/o longitudes de ondas). Así se han medido corrientes de aguas subterráneas influyendo en un punto de cruce de la red de Hartman-Curry y han dado la medida de 2.000 unidades Bovis (u/b) o Angstrom de longitud de onda, siendo muy perjudiciales para la salud de los seres vivos. También se han estudiado distintos lugares telúricos y diferentes construcciones humanas donde se han obtenido medidas que varían desde los 11.000 a los 18.000 u/b o Angstrom.

En meteorología, veinticuatro horas antes de una bajada de presión atmosférica, se observa el nudo de la red telúrica de Hartman un aumento del 100% en los rayos Gamma. Estos nudos emiten unas vibraciones con longitudes de ondas de 2.000 Ángstrom o unidades de Bovis, un punto de los llamados «geopatógenos» por la Geobiología. Hay un dicho en Geobiología que reza así “Dime donde vives y te diré lo que padeces”. Los expertos de esta ciencia han corroborado la estrecha relación entre las diferentes energías y micro vibraciones presentes en la vivienda o lugar de larga permanencia y las múltiples enfermedades o padecimientos que puedan aquejarnos.

Como los minerales, las plantas y los animales, los seres humanos estamos inmersos en un mar de radiaciones que nos bañan constantemente y de cuya energía dependen nuestro equilibrio y nuestra salud física, mental…

Los investigadores franceses Bovis y Simoneton han puesto a punto una regla graduada conocida como biómetro de Bovis, que nos indica la vibración energética o longitud de onda que emite un lugar, objeto o un cuerpo.

Se establece una medida media y óptima para la salud del ser humano entre 6.000 y 7.000 unidades de Bovis o Angstrom.

Cuando estamos en un lugar que irradia unas vibraciones superiores a las 7.000, nos aporta energías y ayuda a recuperar nuestro equilibrio vibracional y por lo tanto energético. Provocará un descenso el permanecer por mucho tiempo en un lugar que vibre por debajo de las 6.000 unidades de Bovis y nos predispondrá a padecer alguna patología.

En un estudio realizado por Simoneton se establece que cada enfermedad y cada agente patógeno concreto se desarrolla en un medio vibratorio específico. El bacilo de Koch, responsable de la tuberculosis lo hace alrededor de las 5.500 unidades de Bovis. Los cánceres en vibraciones próximas a las 4.000 unidades de Bovis.

Visto lo anterior, cuando una persona está vibrando por debajo de 6.500 unidades, para equilibrarla y sacarla del estado patológico, es un buen remedio someterla por un tiempo determinado a altas vibraciones hasta que vuelva su cuerpo a las vibraciones patrón de salud.

Niveles vibracionales

1.º El físico desde el 0 a 10.000 Angstrom o unidades Bovis. Mide la longitud de onda que irradia y/o está vibrando el lugar, los objetos y seres vivos.

2.º El cuerpo etéreo de 11.000 a 13.000 unidades, estamos penetrando en el campo vibracional del llamado cuerpo astral o vehículo de energía.

3.º Va de 13.500 a 18.000 unidades, penetra sutilmente en el dominio mental, espiritual o de la Conciencia.

Niveles de salud en el ser humano

El ser humano que esté en plena vitalidad estará entre las 7.000 a 8.000 unidades de Bovis y/o por encima. Una persona enferma da por debajo de las 5.000. Con 3.000 a 2.000 se estará muy enfermo. Cuando se está a punto de morir se está emitiendo unas 1.000 unidades.

Será por lo tanto, fácil de comprender que puedan existir sanaciones al permanecer en lugares donde las emanaciones telúricas o vibraciones sean con longitud de onda por encima de las 6.500 unidades de Bovis.

Efectivamente la Naturaleza ha constituido dispositivos electrónicos en todos los organismos. El flujo de electrones en las corrientes electrónicas que circulan a lo largo de nuestras cadenas de transporte son la esencia de la vida. La Energía es Vida, la Vida es Energía.

Mario Gil Sánchez

 

 

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